El defensor de los derechos humanos Luis Alfonso Resck fue otro de los convencionales que durante la Constituyen defendieron la postura de la Comisión Redactora.
“Todo lo que se refiere al servicio público debemos ejercerlo como un apostolado”, apuntó profesor Resck.
“La dedicación consagratoria con desinterés, de renunciamiento, sin perjuicio de la necesaria dieta para una vida digna, honorable de legislador. Pero también hay que tener en cuenta que supone un renunciamiento, una suerte de dedicación in totum, a tan noble misión de servir al pueblo. Más todavía cuando en esta Constitución consagramos la función de contraloría del legislador. Ejercer tan alta función supone un desprendimiento en ese sentido”, añadió el constituyente.
“Por otra parte, un eminente sicólogo dice que en este caso, por ejemplo, por analogía, como si se quiera hasta una suerte de recurso pedagógico, no puede sustraerse a la subjetividad. El empresario, el comerciante, sin desconocer la nobleza de toda actividad, con tal de imprimirle sentido de bien común, generalmente pierde el perfil y la objetividad y muchas veces mira desde el ángulo de su interés”, dijo.
“Es por ello que nuestro pueblo, muchas veces llega al descreimiento hacia la clase política, y emite juicios, incluso a veces exagerados”, refirió.
“Demos testimonio, con este renunciamiento y dediquémonos, más todavía cuando que se le asigna una dieta, lo suficientemente satisfactoria como para cumplir. No se pretende ser rico ni buscar lucro, cuando nos dedicamos a esta actividad pública de servir a nuestro pueblo”, enfatizó.
Jubilación
El convencional José Ismael Candia fue otro de los que defendieron la postura de la Comisión Redactora, que prohibía a los senadores y diputados no ejerzan la profesión de abogado.
“Es una función de carácter público y está al servicio de la sociedad. Por eso debe optar y debe dar privilegio a la función social en aras de la búsqueda de la solución de los problemas que le plantea la sociedad, en su carácter de político”, afirmó.
Argumentó que por ese motivo es necesaria la jubilación de los legisladores. “Por eso es que la jubilación del parlamentario es una necesidad”, añadió.
“Siguiendo con el hilo de la exposición, esta jubilación si es que fuere como una contraprestación a esa dedicación plena de los parlamentarios, en ese caso, estaría justificada, en compensación a todo lo que dejaría un profesional, un comerciante o quien fuere, que quisiera dedicarse u optar única y exclusivamente en un periodo de tiempo por la función parlamentaria”, manifestó.
“Lo que se busca también es un principio de igualdad jurídica. ¿Por qué? Porque se les pide a los funcionarios públicos igual sacrificio. Cualquier funcionario público, desde el más encumbrado hasta el menos encumbrado, debe renunciar a otra actividad”, enfatizó.
“También a los militares nosotros les reclamamos que hagan sola y exclusivamente lo que la ley autoriza hacer. Es decir, que cumplan con su función. No queremos que sean comerciantes, ni nada. Sin embargo, nosotros los civiles en la función parlamentaria podemos hacer todo tipo de trabajo”, dijo.
“Lo que definitivamente tenemos que desterrar es que hoy el parlamentario sea también almacenero, carnicero, vendedor de autos, etc.”, apuntó el constituyente.